Cine Mexicano
El cine mexicano se inició en 1896 y es uno de los más desarrollados de América Latina, junto con los de Brasil y Argentina. La primera película filmada en México fue El Presidente de la República paseando a caballo en el Bosque de Chapultepec (1896).
El CINE DURANTE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
Desde su origen, el cine se convirtió en un importante medio de comunicación porque reúne al mismo tiempo a un elevado número de personas. Esta cualidad le ha servido para que también se le reconozca como una valiosa herramienta de propaganda.
Espejo de la Realidad
En 1896 el cine hizo su aparición en México y de inmediato se popularizó, ya que contó con la aceptación del propio general Porfirio Díaz. Las vistas, como se llamaba a las tomas de unos cuantos minutos que mostraban la vida cotidiana. La objetividad y capacidad de comunicación masiva del cine fueron aprovechadas de inmediato por los políticos, como medio para hacer propaganda, de acuerdo con sus intereses.
Propaganda Presidencial
Porfirio Díaz utilizó al cine para registrar, en películas de mayor duración que las “vistas”, algunos acontecimientos oficiales de particular importancia, como las fiestas presidenciales de 1906, celebradas en Mérida, Yucatán; el viaje de Justo Sierra a las ruinas de Palenque, en 1909, y su entrevista con el entonces presidente de Estados Unidos, Taft, llevada a cabo en octubre del mismo año, en la ciudad de El Paso, Texas. No sólo el gobierno de Porfirio Díaz hizo propaganda en el cine. Como presidente de la República, Francisco I. Madero creó las “apoteosis”, tomas con final jubiloso proyectado al final de la función, cuya intención era mostrarlo junto con su esposa y dejar en el espectador una buena imagen del matrimonio presidencial.
El arribo del cine al país, a través del representante de los hermanos Lumiére, Gabriel Viere, fue todo un éxito al hacer su primera presentación ante el propio presidente de la República, el general Porfirio Díaz, el 6 de agosto de 1896 en el Castillo de Chapultepec.
A partir de ese momento, la presencia del cine en México fue en ascenso. Gabriel Viere abrió una sala de exhibición cinematográfica en el entrepiso de la Droguería Plateros. Oficialmente la primera función que se dio al público fue el 27 de agosto de 1896, aunque con anterioridad se dio una función para dar a conocer el maravilloso invento a la prensa.
La respuesta del público fue única e hizo posible que las funciones de cine “Droguería Plateros” se convirtieran en una experiencia cotidiana en la capital del país.
